Llegó la primera victoria en casa para el Alavés ante un Granada que sigue intentando estrenar su casillero de triunfos. El equipo 'nazarí' estuvo fatal en defensa, ya que regaló dos de los tres goles de los vitorianos.
El encuentro comenzó con los de Pellegrino intentando mandar. Deyverson estuvo a punto de marcar el primero, pero Rubén Vezo cortó su ataque de forma providencial. Se estiraron los de Jémez, que tuvieron la mejor ocasión de en las botas de Alberto Bueno.
Pero quitando esas dos acciones, la primera mitad transcurrió con dos equipos que buscaban más el fallo rival que el acierto propio. El Alavés intentaba dominar y el Granada salir a la contra, pero ninguno de los dos logró plasmar sus intenciones en llegadas de peligro.
El Alavés dinamita el encuentro
Volvieron a salir muy enchufados los locales al terreno de juego tras el paso por los vestuarios, pero esta vez sí lograron el premio del gol. Rene Krhin regaló un balón en el centro del campo, Camarasa condujo la contra y le puso un pase maravilloso a Édgar Méndez, que no perdonó ante Ochoa.
Se vino arriba Mendizorroza, que veía cómo la primera victoria del equipo en casa estaba más cerca que nunca. Camarasa encendió aún más el ambiente tras aprovechar un fallo infantil de Uche Agbo al proteger el balón y poner el 2-0 en el marcador. El Alavés era un ciclón y Deyverson estuvo a punto de hacer el tercero con un trallazo que reventó el palo izquierdo de la portería defendida por el arquero mexicano.
Kravets pone emoción y Vezo 'regala' el partido
Parecía totalmente improbable que el Granada pudiese rascar algo del partido, pero Kravets, que salió en el minuto 70 por un Atzili que había entrado en el descanso, cosas de Paco Jémez, cazó en el área una gran asistencia de Andreas Pereira desde banda derecha y fusiló a Pacheco.
Los 'nazaríes' apretaron y tuvieron el empate primero con otro remate del ucraniano dentro del área y luego en las botas de Barral, que se inventó un taconazo en un córner que casi se cuela en la portería de Pacheco. Pero cuando parecía que el Granada no podía darle más goles al 'Glorioso', Rubén Vezo rizó el rizo y regaló un balón a Deyverson para que matase el partido y llevase la locura a las gradas.
El Alavés termina la jornada en novena posición con nueve puntos y un sólo partido perdido ante el Valencia. Todo lo contrario para los hombres de Paco Jémez, que suman 2 puntos de 18 posibles y que necesitan ganar al Leganés para no irse al parón de selecciones con muy malas sensaciones.