Decía Francisco Salgado Zenha, vicepresidente del Sporting de Portugal, que le habían sacado a la venta de Bruno Fernandes al Manchester United 20 millones de euros más de lo esperado. Que se lo digan a los dirigentes de los 'red devils' después del encuentro ante el Chelsea, que son capaces de darles otros 20 'kilos'.
El centrocampista portugués hizo gala del guante que tiene en la bota derecha y, sobre todo en la segunda mitad, generó la mayoría de las acciones de peligro que tuvieron los de Ole Gunnar Solskajer. Llegó además en el momento más oportuno, ya que los de Old Trafford no habían conseguido marcar en ninguno de los tres últimos partidos de la Premier League.
El Chelsea ejemplificó la otra cara de la moneda: la falta de olfato goleador condenó a un Frank Lampard que tuvo incluso que echar mano tras la reanudación de Olivier Giroud, que no jugaba en partido oficial desde el pasado 30 de noviembre.
Vuelve pronto, Tammy Abraham
Los 'blues' comenzaron con ganas de darle una alegría a sus aficionados, que llevaban más de un mes sin ver ganar a su equipo -y lo que les queda-. Reece James y Willian buscaron inaugurar el electrónico en el primer tramo, pero sendos lanzamientos se marcharon desviados. Los de Stamford Bridge anhelan el regreso del canterano Tammy Abraham.
Las fuerzas se igualaron con el paso de los minutos y los 'red devils' comenzaron a merodear la portería defendida por Willy Caballero con asiduidad. Avisó Anthony Martial a falta de diez minutos para la reanudación y abrió la lata en el último minuto del primer acto. Wan-Bissaka envió un caramelo desde la derecha y el francés colocó el 0-1 en el electrónico.
Tras la reanudación, los de Solskjaer se replegaron sobre la portería de un David de Gea que estuvo a punto de ver cómo establecía las tablas el Chelsea. Marcó Kurt Zouma, pero el colegiado anuló el tanto -y no sería el último- por una falta previa de César Azpilicueta.
Un fichaje de 55 millones
Con el Manchester United echado atrás, emergió un Bruno Fernandes que demostró estar entre los elegidos. El portugués mandó un balón al palo a la hora de partido y, solo dos minutos después, botó un córner para que Harry Maguire pusiera tierra de por medio en el marcador.
Con un Chelsea 'k.o.' por el 0-2, los de Old Trafford pudieron hacer el tercero con, de nuevo, Bruno y Maguire como protagonistas, pero Azpilicueta evitó la sentencia en boca de gol.
Ya en el tramo final del choque, Lampard tiró de fondo de armario y dio entrada en el campo a Giroud. El francés se quedó a media bota de reivindicarse en un gran escenario: mandó el balón a la red tras un centro de Mason Mount, pero estaba adelantado por centímetros. Fuera de juego.
Los últmos compases de juego sirvieron para que los aficionados 'red devils' ovacionaran al hombre del momento en el Manchester United, Bruno Fernandes, y para que se produjera el debut de un Odion Ighalo que a muchos les sonará a broma. Vuelve a empezar de cero un Chelsea que solo ha sumado dos de los últimos 12 puntos posibles en la Premier League.