Tras el 1-1 de la ida, se esperaba un partido igualado y así fue. Hércules y Barakaldo hicieron vibrar el estadio alicantino, pero solo uno podía acabar con vida a la batalla y ese fue el Hércules.
Fue un choque bastante trabado desde el primer minuto en el que los locales supieron mejor cómo proponer, pero no llegaban a concretar. El Hércules llevó el timón en la primera mitad y solo la gran actuación de Viorel evitó que se pusiera por delante.
El guardameta del Barakaldo salvó dos uno contra uno ante Carlos Martínez y Juli nada más empezar el partido y el Hércules se vino arriba, eso sí, sin demasiada claridad. Tuvo la posesión, pero solo supo crear peligro con transiciones rápidas que llegaron de manera aislada.
El momento clave fueron los minutos previos al descanso. Benja rozó el gol con un disparo que salió a centímetros del palo corto de Viorel y Fran Miranda vio cómo le anulaban un tanto por fuera de juego a suspiros del final de la primera mitad.
Una reacción, pero mucho coraje
La segunda mitad estuvo más igualada e incluso la balanza se inclinó hacia el lado visitante en los últimos minutos. El Hércules acabó prácticamente pidiendo la hora por el empuje final de un Barakaldo que puso más ganas que argumentos.
No pudo llegar el gol visitante, y eso que el partido se fue hasta el 96'. Varias pseudotanganas afearon el final del choque e incluso Galán acabó expulsado fuera de tiempo por protestas. El Hércules pasó de ronda, pero lo hizo jugando con fuego y sin quemarse.