El Guingamp está viviendo un arranque horrible en la máxima categoría francesa, ya que aún no ha sumado ningún punto tras cinco partidos.
Pese a estos horribles números, hay un jugador que se salva de la quema, ya que está cuajando un gran inicio de campaña a nivel individual.
Este futbolista no es ni más ni menos que Marcus Thuram, hijo del mítico jugador galo Lillian Thuram.
Y es que el pequeño de la saga de los Thuram es actualmente el máximo regateador de toda Europa, con 22 quiebros completados.
El joven galo, además, esta esquivando con estas fintas a los fantasmas que tiene sobre su espalda por su apellido. "La gente de fuera se imagina ciertas cosas. Yo vivo como si no me importara que mi padre fuera Lilian Thuram. Quiero hacer mi propio camino", confesó el galo en palabras recogidas por 'Marca'.
Toda una declaración de intenciones de uno de los futbolistas a seguir en el fútbol europeo.