Todavía se frotan los ojos los jugadores de Francisco. Pocos podían creer hace varias semanas que el Huesca se encontraría a un solo partido de la salvación, más aún cuando la cifra tenía dos dígitos.
No se creen la salvación ni tampoco el partido en el que el más loco fue el cuerdo del choque. Lloraban de pena con el gol de Munir y lo hicieron de alegría con el tanto final de Chimy Ávila.
Fue un partido revisionado. Porque el VAR fue tremendo protagonista en un choque en el que no le valía el empate a ninguno de los dos. Pocos imaginaban, antes del minuto 90, lo que iba a deparar el encuentro.
No tardó el Huesca en ponerse por delante. Creyó desde el primer momento de partido el conjunto de Francisco ante un Sevilla que se desdibuja cuando no juega bajo el apoyo del Sánchez Pizjuán. No gana fuera en Liga desde el pasado mes de septiembre.
Juanpi selló su primera cartilla con el Huesca. El venezolano aprovechó la gran jugada individual de Javi Galán y la fragilidad defensiva del Sevilla para marcar, en el área chica, el primer tanto del encuentro.
Fue un partido de tensión, de dejarse todo en el césped. Ferreiro llegaba con facilidad al área de Vaclik y poco después Miramón salvó hasta en dos ocasiones al Huesca bajo palos.
Como si de un combate de boxeo se tratase, fueron desgastándose los dos equipos en el césped de El Alcoraz. Parecía el último partido de Liga con todo por decidir. Navas por un lado, Juanpi por el otro, dejaron todo vivo para la segunda parte.
El Sevilla dio un paso hacia adelante sin que ello significase que crease peligro en la portería de Santamaría. Respiraba con algo de tranquilidad el Huesca mientras veía pasar los minutos.
El VAR entró en escena
Todo cambió a diez minutos del teórico final con la primera aparición del VAR. Yangel Herrera derribó a Mercado en el área. El colegiado, De Burgos Bengoetxea, lo dio por válido de un inicio, pero ante las protestas del Huesca revisó el VAR. Hasta cuatro minutos estuvo parado el encuentro para tirar una línea que finalmente decretó que no había fuera de juego previo de Ben Yedder, a la postre goleador.
El conjunto de Machín se creció con el empate y se fue a por la victoria. Marcó y lo celebró gracias a Munir, pero de nuevo tuvo que entrar el VAR, ya en el tiempo añadido, para poner de nuevo más intriga en El Alcoraz. Otro par de minutos parado para acabar pitando fuera de juego del propio Munir.
Cuando todo parecía abocado al empate, en el minuto 97', llegó el éxtasis en El Alcoraz. Enric Gallego recibió el balón, se la dejó a Pulido y este, tras controlar, a Chimy Ávila para que de primeras se lanzase para llevar al Huesca al cielo. Y por tercera vez llamó el VAR a la puerta para, esta vez, confirmar que Banega se había quedado colgado y no había fuera de juego.
Final de locura el que se vivió en El Alcoraz, con todo el público celebrando y soñando con una salvación histórica. El Sevilla sigue naufragando fuera de casa, donde no gana desde septiembre, y deja atrás la Champions para quedar sexto.