En el duelo de agonías, el Leganés pudo respirar, aunque fuese con una bombona de oxígeno. El equipo de Javier Aguirre logró un triunfo fundamental en lo matemático y en lo anímico para recortar distancias y creer a costa de arrastrar al Celta a los puestos de descenso.
Óscar Rodríguez se encargó de dar vida y enardecer Butarque con dos misiles de vídeo de 'highlights'. En el 15', el cedido por el Real Madrid envió un lanzamiento de falta a la escuadra y en el 39' volvió a batir a Rubén Blanco con un zapatazo desde la frontal del área que pilló despistado al meta vigués.
Kevin Rodríguesw parecía hundir al Celta con el 3-0 en el 55', pero nada más lejos de la realidad. Poco dura la alegría en la casa del pobre y Araujo sobrecogió Butarque con su gol en el 64'.
Parecía que aquello pudo quedar en conato con la expulsión de Gabriel Fernández, pero al Celta le quedaba el 'factor Aspas'. El de Moaña reapareció cuando más lo necesitaba su equipo con un gol a su estilo, de puro hambre, de pundonor.
Era el 81' y con uno menos, Iago Aspas metía la puntera tras marcharse entre dos defensores para terminar de sembrar el terror en Leganés. Se silenció Butarque y el Celta no cejó en su empeño. Incluso reclamó un penalti por supuesta mano de Awaziem que el VAR desestimó.
Le costó interpretar lo que ocurría al Lega y sufrió como pocas veces, pero logró su segunda victoria de la temporada. Una fe de vida que no arregla, pero sí aplaca una sed de triunfos que empieza a apretar al Celta.