Kagawa, Okazaki, Hosogai, Otsu, Usami, Uchida u Osako son algunos de los jugadores japoneses que están o han estado en la Bundesliga, pero ninguno ha tenido un paso tan longevo como Makoto Hasebe.
El eterno capitán e ídolo de los 'samuráis azules' (con permiso de Kazuyoshi Miura), llegó a tierras germanas en el mercado de invierno de 2008 y, desde el primer momento, se convirtió en un hombre clave del Wolfsburgo.
Siempre estuvo a la sombra en aquellos 'lobos' que ganaron el campeonato de 2008-09, pero su trabajo de contención en la medular era indispensable. Con esa gesta, se convirtió segundo nipón en alzar la Bundesliga.
Tras seis años en los que jugó la Europa League y la Champions, puso rumbo al Nürnberg. Sólo duró media temporada y, en el siguiente mercado de fichajes, recaló en el Eintracht de Frankfurt.
Al igual que pasó en los otros dos clubes, su adaptación al estilo de juego fue total. Se hizo amo y señor del centro del campo y, en 2018, conquistó la Copa Alemana tras un año sensacional.
A sus 35 primaveras, Hasebe sigue siendo el encargado de contener las acometidas rivales y sacar el balón. Y, como siempre le ha pasado, lo hace a la sombra de otros con un juego más vistoso.