Ya asentado en su segunda etapa en Milán, Ibrahimovic partió de nuevo desde el inicio en el duelo contra el Brescia. Una referencia ofensiva que no fue decisivo, al menos a nivel goleador, en el encuentro.
Pero sí pudo serlo. En la primera mitad, Theo ganó el área en banda zurda y sirvió un buen pase raso al delantero sueco, que esperaba en el interior del área. Pero, incomprensiblemente, Ibra falló.
La cara del atacante lo decía todo: no se lo podía creer. Por suerte para los 'rossoneri', fue Rebic el encargado de firmar el 0-1 en el 71' para dar los tres puntos al Milan.