Rafinha se convirtió en el protagonista negativo del Celta en la eliminatoria de la Copa del Rey ante el Mirandés. El ex del Barcelona fue expulsado en la prórroga, lo que terminó siendo decisivo.
El cronómetro marcaba el minuto 110 y Sergio Álvares sacó el balón jugado con el pie. Rafinha se durmió en los laureles y Antonio Sánchez le robó el esférico.
El jugador del Mirandés encaraba la portería rival y a Rafinha no le quedó otra que agarrarle dentro del área. Aunque el Mirandés falló el penalti, con un hombre más sobre el campo terminó ganado el partido.
23 de enero de 2020