Austria se llevó una victoria muy contundente en su visita al campo de Macedonia del Norte. El combinado visitante doblegó a su rival 1-4 y eso que tuvo que remontar por culpa de un gol insólito.
En el minuto 18, los locales, en una de sus acciones en ataque, colgaron el balón al área y Martin Hinteregger, que estaba pendiente del delantero rival, metió la cabeza para firmar un golazo en propia.
Quería dejarle el balón muerto a su portero, pero el guardameta estaba fuera de sitio y no pudo evitar el tanto. Todos se echaron las manos a la cabeza, pero pudieron remontar. Sin duda, el gol más patético de la jornada.