Éver Banega ha sido el último futbolista en girar sobre la órbita del Tianjin Quanji, quien firmó en las últimas semanas a Alexandre Pato y a Witsel.
El argentino llegó el pasado verano al Inter de Milán procedente del Sevilla con la carta de libertad bajo el brazo, y aunque su agente comentó que es "feliz en Milán", el Tianjin Quanji no se da por vencido.
Hasta 25 millones de euros sería la oferta que habría puesto sobre la mesa del conjunto 'neroazzurro', que sacaría una buena 'tajada' por su venta.
Sin embargo, Banega está cuajando una buena temporada a las órdenes de Pioli y su marcha dejaría un hueco insustituible en el centro del campo, por lo que el Inter no está dispuesto a dejarlo marchar.