Washington Sebastián Abreu aún le queda lejos, pero Diego Fabbrini, ex del Real Oviedo, está llevando un camino similar en el fútbol europeo. El italiano, que en el inicio de su carrera llegó a debutar con la 'Azzurra' ante Inglaterra, llegó este verano al CSKA Sofía, un histórico venido a menos que espera recuperar el nivel en el fútbol europeo. Bulgaria ya lo está consiguiendo a nivel de selecciones, ahora le toca a los equipos búlgaros cumplir con su parte.
El centrocampista ofensivo llegó a su equipo número 13 con su fichaje, gratuito, desde el Botosani rumano. Allí había llegado tras no lograr asentartse en el Birmingham, club que se hizo con sus servicios allá por 2016, desembolsando dos millones de euros.
Tampoco en la ciudad inglesa, ni en el Watford, donde estuvo antes, pudo asentarse. Y por eso estuvo cedido en España, en Segunda División con el Oviedo, y en su país, en el Spezia Calcio. En suelo español, sin ir más lejos, tampoco triunfó.
Los inicios de este centrocampista bastante técnico, sin embargo, no invitaban a pensar en una carrera de trotamundos. Fabbrini destacó en las categorías inferiores del Empoli y el Udinese se hizo con sus servicios cuando tenía 21 años.
En el equipo blanquinegro llegó a jugar en Europa League y sus buenas actuaciones allí pronto le permitieron estrenarse en la Selección Italiana, donde llegó a ir convocado en sustitución de Mario Balotelli y debutó ante Inglaterra en un amistoso disputado en Berna.
Tras una cesión al Palermo, cambió Udinese por Watford -ambos equipos de la familia Pozzo- y actuó en Siena, Millwall o Middlesbrough antes de irse de manera definitiva al mencionado Birmingham.
En total, más de 300 partidos disputados profesionalmente, siendo el Botosani rumano el único equipo en el que encontró estabilidad tras abandonar Italia.
Con casi 29 años, aún le quedan al menos otros seis o siete años de vida deportiva, de ahí que la cifra pueda seguir creciendo. Alcanzar a Abreu parece imposible, pero Fabbrini sí que dejará una marca especial en el fútbol europeo. No es habitual tanto cambio de equipo en un jugador con cierto prestigio y que llegó a codearse con los De Rossi, El Shaarawy o Verratti en la Selección Italiana.