Su caso generó todo tipo de revuelo en 2017. Allá por el mes de marzo, Justin Meram anunció que no iba a ir con su selección por las políticas de Donald Trump.
Este estadounidense de origen iraquí renunció a jugar las eliminatorias al Mundial de Rusia por las políticas restrictivas instauradas por el recién llegado presidente de la Casa Blanca.
Meram temía una ley que pretendía prohibir viajar a los norteamericanos a siete países, pero esta finalmente fue denegada... y las políticas restrictivas bajaron su exigencia.
Por ello, pocos meses después volvió a jugar con Iraq, un país del que se mostró muy orgulloso en 'The Players' Tribune'.
Tras una temporada en la que pasó de Columbus Crew a Atlanta United, donde jugó con uno de los equipos punteros, ahora llega a Real Salt Lake. A sus 31 años, este extremo, que también puede jugar como delantero, empieza a apurar su carrera.