En Butarque hubo un choque de trenes. El Rayo pudo meterse en el 'play off', pero no logró imponerse a un Leganés que fue más efectivo, aunque ambos tuvieron ocasiones de sobra para dejar un marcador más abultado.
El derbi, aun así, fue adquiriendo temperatura y a Prieto Iglesias se le complicó la cita en el tramo final, en el que dejó dos tarjetas rojas y expulsó a un miembro del banquillo del Rayo Vallecano.
Siguendo con los hechos crononóligicos, hasta 13 cambios en total se dieron en las alineaciones de ambos conjuntos. El Leganés no tardó en dar el primer y único zarpazo. Cinco tiros a puerta en total, un gol.
Bustinza tocó el cuero con el tacón y lo elevó por encima de la defensa hasta que le cayó llovido a un Arnaiz que voleó como si estuviese en un entrenamiento. Tardó en reaccionar, pero el tanto acabó subiendo a un marcador que ya no se movió, pero en el derbi se escribieron otras líneas.
Álvaro contestó con un disparo al lateral de la red y Andrés, con una volea, se acercó de nuevo al empate. El que no le encontró explicación a su error fue Pozo, ya que un mal despeje lo dejó solo delante de Cuéllar y el meta se la sacó en el uno contra uno.
En la segunda mitad pasó de todo. A Prieto Iglesias se llegó a descontrolar el derbi, pero antes Cuéllar tuvo otro par de intervenciones, arriba y abajo, para salvar de nuevo a los 'pepineros'.
Dimitrievski vio la amarilla, protestó y se fue a la calle, dejando al Rayo con uno menos y provocando el debut de Luca Zidane. El Leganés también igualó el derbi con la roja de Rubén Pérez, que prefirió tirarse al suelo para evitar el mano a mano de Álvaro que el empate.
Hernández pudo hacer penalti y lo vieron tan claro que Álvaro vio la amarilla y un miembro del banquillo del Rayo acabó expulsado, pero el colegiado no vio nada más. Luca Zidane evitó que Sabin sentenciera, pero esa vida no la aprovechó el Rayo para empatar. Un derbi loco.