Cuenta la leyenda que Hatem Ben Arfa pudo ser uno de los mejores jugadores franceses de los últimos tiempos. Su indisciplina, poca regularidad y un carácter particular impidieron que este futbolista ofreciera todo lo que se esperaba de él.
Comenzó bien en Inglaterra después de dejar Lyon y Olympique de Marsella, pero su estrella se fue apagando en el Newcastle y acabó cedido en el Hull City antes de regresar a Francia.
De vuelta a la Ligue 1, ofreció la mejor campaña de su vida en el Niza y el PSG se lanzó a por su fichaje. En el Parque de los Príncipes, de nuevo, se vio superado por la situación y ha acabado sin minutos, sin apoyos y sin forma de ganarse la confianza de Emery.
Así le ha llegado esta oportunidad de volver a Inglaterra de la mano del Leicester City. A sus 30 años, los 'foxes' creen que todavía tiene mucho fútbol por delante y le quieren exprimir al máximo.