Y es que corría el minuto 33 cuando Forsberg aprovechó un despiste en la zaga del Mónaco para adentrarse por un costado en el área y batir a Benaglio con un fortísimo disparo al palo corto.
Pero la alegría no duró mucho, Tielemans hizo el 1-1 dos minutos después tras un centro del área y un despiste generalizado de la zaga local con el que calmó los ánimos en el Red Bull Arena.
La segunda parte estuvo marcada por una igualdad que no se esperaba. Los locales se adueñaron del balón, aunque las escasas ocasiones que hubo se repartieron entre ambos equipos.
Al final, reparto de puntos que hizo justicia al partido.