Se sabía que era una final la que se vivía en el Ciutat de València. Así se veía en el ambiente de un estadio que se llenó para recibir a su equipo, olvidar viejas rencillas y llevar a la permanencia a un Levante que este sábado sonríe.
Puso Paco López una defensa de cuatro, poblando el centro del campo y queriendo salir rápido a la contra con un Mayoral desacertado y un Morales recuperado como si fuese un milagro para llegar al choque.
Pudo marcar casi una decena de goles el Levante, que perdonó varias ocasiones claras. No lo hizo Campaña tras un despeje de Ba que fue uno de los señalados de Jémez con los cambios.
Y es que el Levante pudo sentenciar en la primera mitad de no ser por Alberto García. Con el 1-0 en el marcador y los nervios a flor de piel, el arquero se volvió a poner la capa de superhéroe para detener el penalti lanzado por Morales. El tercero en apenas un mes.
Pero el Levante sabía lo que tenía que hacer. Había estudiado durante toda la semana para sacar nota en el examen del Ciutat de Valèncoa. Y vaya si lo hizo. Fue, de forma indirecta, el Valencia el que salvó al cuadro 'granota', primero con el gol de Vezo a la salida de un córner.
Reaccionó el Rayo acumulando hombres por delante de la pelota. Quitó a Ba para meter a Javi Guerra y se quedó con defensa de tres. Soñó con la remontada tras el gol de Álvaro García, pero casi a la vez se le esfumaban las opciones con la lesión de un Gálvez que no tenía recambios.
Con medio hombre más, el Levante siguió perdonando hasta que llegó Jason, otro jugador con color valencianista, para firmar más de media permanencia. Se ganó el perdón con un tanto que supone estar un año más en la élite. Y no quedó ahí la cosa ante un Rayo que acabaría, además, con Embarba expulsado. Bardhi, en el 90, prolongaría la agonía vallecana.
El Levante sonríe y puede darse satisfecho esta jornada. Está a un paso de una permanencia que se complicó por momentos. El Rayo, esta semana, puede confirmar su descenso de categoría.