Arrancó con ímpetu el Girona, queriendo ser protagonista desde el inicio, tratando de someter a un Levante menos necesitado, pero al que le urgía coser con los tres puntos la permanencia en Primera División en la penúltima jornada del campeonato doméstico.
El vértigo de la Segunda División acongojaba a los 22 protagonistas, presos del miedo a perder el encuentro y la categoría. Más allá de la táctica o el físico, locales y visitantes jugaban con la mente en lo que sucedía en los otros diez campos de LaLiga en esta trepidante jornada unificada.
Merced al paso de los minutos, el Levante consiguió mecer el arranque vigoroso del Girona y, a lomos de Morales, amenazaba a los de Eusebio al contragolpe. Fuegos artificiales de los de Paco López, que tampoco terminaban de atreverse a sacar el colmillo sin proteger a Aitor Fernández.
Los nervios, la falta de puntería y el guardameta granota evitaron que los locales se adelantaran en el marcador en los primeros compases del encuentro. Dos ocasiones de Stuani y otra de Choco Lozano fueron, a la postre, las mejores de las que dispuso el Girona en un primer tiempo en el que dominó, pero no marcó.
El paso por vestuario sirvió al Levante para entonarse y templar el toque de corneta de los de Eusebio. Espoleados desde la reanudación, el conjunto visitante comenzó a jugar con la ansiedad de su rival para someterle a la espalda de su defensa cada vez más adelantada.
Cumplida la primera hora de juego, Stuani aprovechó un rechace de Aitor Fernández a un disparo del Choco Lozano para besar las mallas. El delantero uruguayo no faltó a su cita con el gol, estando en el sitio adecuado en el momento adecuado para abrir el marcador.
Sin tiempo para celebrar el tanto, Morales explotaba una laguna defensiva del Girona y fusilaba a Bono con vehemencia. El 'comandante' salía al rescate de su equipo, firmando las tablas en Montilivi, donde el fantasma de Segunda División comenzó a hacer mella.
Capricho del destino, cuando peor lo estaba pasando el equipo local, Pere Pons cayó en el área del Levante tras un forcejeo con Coke. Del Cerro Grande no dudó: sancionó la pena máxima y enseñó la tarjeta roja al carrilero 'granota'. Severo castigo que provocó la ira visitante, pidiéndole revisar la jugada con el VAR.
En pleno éxtasis por el contexto, el colegiado acudió a ver la repetición y rectificó. Ni penalti ni expulsión. Mazazo anímico para el Girona y su afición, que ya saboreaban el 2-1 y recibían con agrado el empate del Rayo en Vallecas frente al Valladolid.
Sin embargo, el desenclae iba a ser distinto, con la felicidad en otro barrio. Se había cumplido el minuto 86, cuando Bardhi aprovechaba otro error defensivo de los de Eusebio y sellaba la permanencia del Levante, enviando a la lona al Girona. Mazazo trascendental a un equipo que estaba volcado sobre Aitor Fernández, a sabiendas de la victoria del Pucela.
Tras la victoria 1-2 del Valladolid en Vallecas, el Girona tiene que vencer al Alavés en Vitoria y esperar a que el Rayo gane en Balaídos. Además, dado que catalanes y gallegos están empatados en el golaverage particular, los de Eusebio necesitan limar los seis tantos de diferencia en el balance general.