No pudo ser en el Ciutat de València y el Levante tropezó por tercera vez seguida con la misma piedra, empatando 2-2 en casa ante un equipo que no se jugaba casi nada y que estuvo a punto de dar la sorpresa.
Porque los 'pericos' aprovecharon la necesidad de los de Paco López para disputar un partido sin complejos y que no se llevaron por verdadera mala suerte y un par de acciones discutibles del VAR.
Un contragolpe perfecto de Borja Iglesias agitó el choque en la primera mitad. El 'Panda' hizo un bonito eslalon y soltó un latigazo seco ante el que nada pudo hacer Aitor Fernández para poner el 0-1.
Mientras el Levante iba de saque de esquina en saque de esquina sin generar nada de peligro, el Espanyol seguía creando muchísimo en sus pocos acercamientos, obligando al meta del Levante a una parada milagrosa en un centro lateral poco después.
Con la primera parte casi cumplida, el Levante se libró de hundirse por completo después de que el VAR revisara la voluntariedad de una mano de Marc Roca en un golazo del canterano que finalmente no subió al marcador.
Las cámaras ayudaron para el "no" y los 'granotas' recobraron esperanzas ya en la segunda parte con el tanto de Rúben Vezo a balón parado. Aunque fue un espejismo, pues un córner pésimamente lanzado por el Espanyol acabó convirtiéndose en el 1-2 de Marc Roca sólo tres minutos después.
Para entonces, el Espanyol llegaba cada vez menos -aunque el VAR le negó un penalti claro por mano- y el Levante merecía cada vez más un punto que terminaría consiguiendo con un latigazo espectacular de Rochina a menos de 20 minutos del final.
Luego, le propio futbolista 'granota' se autoexpulsaría y obligaría a los suyos a un esfuerzo descomunal para un triunfo que pudo caer para cualquier lado en sendas ocasiones de Hernán Pérez y Roger y que no llegó, dejando a los levantinistas como estaban, a dos puntos del descenso con una jornada menos.