El libro que explica situaciones de la vida diaria mediante el fútbol
Si el fútbol es el deporte rey será por algo. Quizás porque en cualquier lugar del planeta uno siempre puede encontrar una historia con un balón como protagonista.
Jefe de deportes del Diari Ara y uno de los fundadores de la revista de fútbol Panenka, este periodista amante de la historia busca precisamente recuperar la visión global que ofrecían los atlas para contar 34 historias unidas por el balón e interpretadas por las singulares ilustraciones de Pep Boatella.
"Se ha perdido el atlas como concepto porque ahora tenemos google maps. Siempre he sido un adicto a la reconquista de una causa perdida", explicó Padilla en la presentación de su nuevo proyecto literario que se celebró esta semana en Barcelona.
Huye Padilla de los grandes nombres de la historia del fútbol y ahonda en historias reales de superación personal con el balón como pretexto para presentar realidades políticas, sociales o culturales complejas que suceden en todos los continentes.
Desde la lucha de la primera persona transgénero que llegó a ser futbolista profesional, hasta la escuela de fútbol que salvó la infancia de cientos de niños bosnios en la guerra de los Balcanes.
"Cuando estudiaba la carrera de Historia, recuerdo que había un montón de libros que explicaban la Guerra de los Balcanes a través de la sociología o la cultura, pero ¿por qué no había ningún libro que la explicara a través del fútbol cuando éste tuvo una gran importancia?", se pregunta Padilla, quien insiste que el libro pretende ser "una defensa del fútbol".
El proceso de creación entre el escritor y el ilustrador fue, según reconocen ambos, sencillo. Padilla escribía una historia con un estilo literario -"conocía más o menos todas las historias antes de empezar", recuerda- y Boatella, una vez recibía el texto, se dedicaba a interpretar libremente cada historia.
"Me lo he pasado bien ilustrando cada relato. He intentado tomar cada historia como si fuera un todo adaptándolo al estilo del texto", explica Boatella, quien subraya que intentó "cambiar puntos de vista para que las ilustraciones tuvieran dinamismo y una visión cinematográfica".
Quizá por ello cada una de las ilustraciones huyen de un único estilo e intentan mostrar matices distintos, sin seguir una línea estilística clara aunque en todas ellas se vislumbran referencias al cómic para conectar con los "ojos de niño" de Padilla.
Todo ello para hablar de fútbol, un tema recurrente que en la jungla informativa y mediática provoca que emerja, cada vez más, una pregunta profunda más allá de los focos que acaparan los grandes protagonistas del fútbol: ¿se habla demasiado de fútbol?
"El problema no es si hablamos demasiado de fútbol, sino cómo hablamos de fútbol", concluye Padilla, quien en "Atlas de una pasión esférica" recupera "la curiosidad de un niño" para relatar su pasión desde otro prisma.