Liverpool y Arsenal pusieron en juego sus diametralmente opuestas dinámicas en Anfield y los 'reds' acabaron machacando a un Arsenal sin alma, totalmente a merced de los de Klopp y que recordó a la peor versión de Wenger en toda su historia como 'gunner'.
Al descanso, los de Klopp se fueron con 2-0 en el marcador. Dos tantos que pudieron haber sido más, pues tanto Mané como Firmino y, sobre todo Salah, fueron un martillo constante para la defensa 'gunner'.
El dominio del Liverpool fue total y Cech se convirtió por momentos en el único argumento que mantuvo con vida al Arsenal en el partido. Tras una buena acción del checo, favorecida por un mal remate de Salah, el Liverpool consiguió adelantarse. Centró Gomez y remató de cabeza Firmino.
Los 'reds' tenían el partido donde querían y aprovecharon la ventaja para exhibir su contragolpe letal. Gracias a uno de ellos, Mané sacó a relucir su clase para romperle la cintura a Holding y hacer el 2-0, resultado con el que se llegó al descanso.
Más de lo mismo.
Tras el paso por los vestuarios, el Arsenal dio un paso adelante y mereció algo más, pero se encontró con el jarro de agua fría del 3-0 en una acción que puso de manifiesto la gran debilidad de la defensa de los de Wenger.
Bellerín cerró mal un córner, Salah le arrebató el balón y fue 'game over' para el Arsenal. El egipcio había avisado durante toda la segunda mitad, pero esta vez no perdonó en el mano a mano ante Cech.
Los últimos instantes sólo sirvieron para aumentar la goleada del Liverpool a un Arsenal grogui gracias a un cabezazo de Sturridge a centro de Salah.
Mal presagio para un Arsenal que huele al de la pasada temporada, mientras el Liverpool arrasa y se asoma a la cima de la tabla... y lo hace sin Coutinho, que podría poner rumbo a Barcelona en los próximos días.