El Liverpool se aleja del liderato en la Premier League tras caer de manera estrepitosa ante un Bournemouth que estuvo contra las cuerdas, pero que sacó fuerzas de flaqueza para remontar en el último instante.
Se las prometían felices los de Klopp, que con un fútbol de presión alta pusieron las cosas muy difíciles a los 'cherries' de salida. Hasta 5 córners consecutivos tuvieron los de Klopp antes de hacer el primero, que llegó en un balón largo de Can a Mané que el atacante definió por bajo.
El 0-2, casi a continuación, llegó en un balón largo de Henderson a Origi tras recuperación del propio Mané. El belga regateó a Boruc y anotó con mucha clase.
Parecía que tenían el partido totalmente sentenciado los 'reds', pero un error de Milner en forma de absurdo penalti le dio la oportunidad a los 'cherries' de meterse en el partido. Wilson no perdonó y el 1-2 parecía que dejaría toda la emoción para el final, aunque Emre Can hizo el 1-3 poco después tras una gran asistencia de Mané con un excelso golpeo a la escuadra de Boruc.
Pero, cuando más fácil tenían la victoria, los de Klopp más se durmieron y más vida dieron al Bournemouth. Un rechace lo convirtió Fraser en el 2-3 en el 76 y, apenas tres minutos después, Cook ponía el empate en una jugada prácticamente calcada.
Después de salvar el 4-3, Karius se tragó por completo un disparo lejano ya en el último minuto y permitió a Aké hacer el 4-3 definitivo en el rechace. Locura en el Vitality Stadium con una remontada totalmente inesperada y que acabó con la gran racha del Liverpool.