El minuto 28 fue clave en este encuentro. Penalti y expulsión de Elmohamady, y gol de Milner. Era el 2-0 y sentenció un partido que ya estaba de cara para los de Klopp.
Pasado el cuarto de hora de partido Lallana abrió el marcador anotando a pase de Coutinho. La solidez del Hull quedó en entredicho, y diez minutos más tarde quedó en evidencia.
De hecho, la jugada del penalti fue la primera en que el Liverpool se abrió paso de forma clara a través del entramado defensivo que los 'tigers' habían desplegado en Anfield.
Pero Elmohamady cometió un error. Un error de novato. Hizo una mano tan clamorosa e intencionada que Andre Marriner, a la sazón colegiado del encuentro, se vio obligado a expulsarle con una tarjeta roja directa.
Con uno más comenzó el festival 'red'. El Hull City sólo disparó dos veces sobre el arco de Karius, espectador de lujo, pese a que el único tiro a puerta del rival terminó en gol.
Por contra, el Liverpool disparó 28 veces, 13 de ellos fueron a puerta, y tres terminaron en gol, además de los dos penaltis. Porque sí, el segundo de Milner también fue desde los once metros.
Mané amplió aún más la renta antes del descanso, y tras éste, en un minuto loco, Coutinho hizo el cuarto y Meyler recortaba distancias, una auténtica quimera ante un Liverpool imparable y en superioridad numérica.
Otro penalti, en el 70, puso el colofón a la goleada en Anfield. Milner volvió a convertirlo y redondeó la goleada. Una 'manita' al que parecía estar llamado a ser la revelación de la temporada.