En el plano continental, la escuadra estaba llevando a cabo grandes actuaciones. Había derrotado al Atlético de Madrid por 0-4 y luego al Bayer Leverkusen por 4-1, pero no pudieron darle continuidad a su buena racha.
Apareció el Lokomotiv de Moscú para cerrar el grifo de las victorias italianas con un trabajado 1-2. Petrov fue el primero en ver puerta a la media hora de juego y cambió el partido, provocando la ansiedad en el cuadro de casa.
Mantuvo la calma el plantel ruso y no se dejó empatar hasta que cometieron los transalpinos un penalti en el tramo final del duelo y Petukhov se encargó de castigar a sus rivales sirviéndose de la pena máxima concedida.
Siguió a por todas el equipo que iba por debajo y el premio de consolación llegó de la mano -o más bien el pie- de Gozzi, que mandó la pelota al fondo de las mallas para dejar en el luminoso un 1-2 que ya no se movería más.
October 22, 2019