En un equipo tan laureado, una racha tan negativa causa un verdadero terremoto en los cimientos del club. Aunque fuera contra uno de los contrincantes más limitados de la categoría, los de Sylvinho pudieron resarcirse de sus últimas actuaciones con un 2-0.
La clave estuvo en una primera mitad soberbia en la que los locales fueron a por todas. Espoleados por su derrota europea frente al Benfica, se sintieron en deuda con sus aficionados, que disfrutaron de lo lindo gracias a los suyos, sobre todo en la media hora inicial.
Depay aprovechó una buena jugada para abrir el marcador y Dembélé un penalti para aumentar la ventaja. El dominio de los 'gones' siguió siendo claro hasta la postrimería del encuentro, cuando los visitantes empezaron a reaccionar aprovechando el cansancio de los contrarios.
Pudo haber goleada, pero los delanteros no estuvieron tan inspirados como les habría gustado. Varias ocasiones cayeron en favor del Metz, como se ha mencionado anteriormente, en el tramo final del duelo, pero la zaga aguantó y logró certificar un 2-0 más que necesario.