Murió dignamente América. Casi pidiendo perdón por participar en la fiesta del Mundial de Clubes ante un Real Madrid que salió convencido de no repetir los errores de Atlético Nacional ante Kashima Antlers en la otra semifinal.
Los blancos fueron superiores durante todo el choque fundamentalmente en el apartado físico, pero también técnicamente. Sólo el pundonor y el rigor táctico de América mantuvo la incertidumbre hacia un final que se preveía de infarto, pero que no fue tal por la falta de fuerzas de los de La Volpe.
En la primera mitad, las 'águilas' se atrevieron incluso a toser al Real Madrid. Una ocasión de Peralta y un disparo al contragolpe de William exigieron respeto para los mexicanos, pero lo cierto es que Cristiano perdonó el 0-1 en un remate de cabeza que se estrelló en el palo y el Madrid pudo adelantarse en numerosas ocasiones.
Movían el balón con extrema parsimonia los de Zidane, como reservando fuerzas para la final, y se desfondaba en la presión un América que cada vez era menos preciso. Entre Lucas Vázquez y Cristiano abusaron de la banda izquierda mexicana y generaron numerosas llegadas, fundamentalmente malgastadas con malos remates o con defectuosos centros de un desentonado Carvajal.
Con el América pidiendo tiempo para ir a las duchas, Benzema ejecutó la máxima del Madrid: lucha hasta el final y gol en el descuento -en este caso incluso se había sobrepasado-, después de una gran combinación entre el galo y Toni Kroos.
América, roto.
El tanto no fue un mazazo para las 'águilas', que siguieron trabajando de manera incansable en la presión tras la reanudación. Pero ese desgaste sí que lo acusaron en ataque, pues apenas pisaron el área de Keylor en los segundos 45 minutos.
Con América a merced del Madrid, el equipo blanco eligió convertirse en un gato con su presa ante la inoperancia ofensiva de los mexicanos. Los blancos juguetearon una y otra vez, como en un remate de cabeza de Cristiano que encontró la dirección equivocada o un disparo de Modric que atrapó en dos tiempos Muñoz.
El partido llegaba a su final y Morata quiso en plena 'zona Cesarini' sentenciar el pase a la final. Tuvo un último arresto en un balón colgado América, pero los mexicanos parecían firmar el 0-1 cuando Cristiano volvió a ajusticiar en el descuento a las 'águilas'. Un tanto polémico, que primero fue concedido, luego anulado y... quién sabe si por intervención del videoárbitro, finalmente aceptado.
Un broche final surrealista a un partido jugado de poder a poder entre dos equipos que lo imaginaron como una final anticipada.