La etapa de Lopetegui en el banquillo del Real Madrid no fue demasiado larga. Y si hay que escoger un partido en el que empezase a ver cómo se agotaba su crédito, ese fue el Sevilla-Madrid del curso pasado.
El calendario quiso que la 'revancha' de aquel 26 de septiembre de 2018 se dispute cuatro días y una jornada antes en la edición de 2019. Pero sí existen diferencias más que notorias en cómo llegaban los blancos al Pizjuán. Una semana antes (el partido se jugó un miércoles) el Madrid de Lopetegui dio su mejor versión en un recital de fútbol ante la Roma (3-0). Fue un gran estreno en la Champions. Nada que ver con el de este curso.
Sin embargo, aquella gran imagen frente al cuadro romano quedó en nada en una primera parte para olvidar. Un doblete de André Silva y un tanto de Ben Yedder pusieron el 3-0 en el minuto 39. El Madrid mejoró en el segundo tiempo, aunque con el listón visto en los primeros 45 minutos no era una empresa demasiado difícil. Pese a ello, no lograron maquillar un marcador que hizo mella en aquel equipo.
De hecho, aquel día comenzó una de las peores sequías de la historia del madridismo. El Madrid encadenó tres partidos más sin ver puerta (0-0 ante el Atlético, 1-0 en Moscú frente al CSKA y 1-0 en Mendizorroza frente al Alavés) y sumó en el cuarto una dolorosa derrota en casa ante el Levante (1-2).
Tanto daño hizo aquella racha que comenzó en Sevilla que Lopetegui fue destituido un mes y dos días después de aquel 3-0.
El mismo resultado fue el que se dio en París este miércoles, pero, claro, a favor del PSG. Las sensaciones blancas no fueron nada buenas y, de nuevo, la Liga les lleva al estadio hispalense para un partido que puede resultar clave en el futuro de Zinedine Zidane.
El entrenador francés sigue teniendo crédito en la entidad blanca. Pero no es ningún secreto que los técnicos y sus ideas tienen valor cuando los marcadores se lo dan. Y el del Pizjuán, que ha reflejado siete victorias locales en los últimos diez precedentes, puede tener mucho que decir en el futuro próximo del cuadro 'merengue'.
Además, no se debe olvidar el morbo que acompaña al choque. Más allá de Lopetegui, Reguilón y Chicharito, ahora en las filas sevillistas, vistieron la elástica blanca anteriormente. Por parte visitante, Sergio Ramos vuelve a la que fue su casa y Mariano, de ir convocado, pisaría la que pudo serlo hace dos veranos.