El Real Madrid celebró por todo lo alto su Undécima Copa de Europa. Llegó tarde, muy tarde, a la Cibeles, pero allí esperó pacientemente una afición desbordada de pasión que quería celebrar junto con sus ídolos el nuevo trofeo.
Era de día cuando el autobús del Real Madrid enfilaba la Puerta de Alcalá y llegaba a Cibeles. A pesar del cansacio, los jugadores madridistas irradiaban una felicidad recíproca con la afición que aguantaba estoica bajo la lluvia.
Allí bajó la expedición blanca, para ofrecer a la afición y a la diosa madridista su Undécimo título. Al grito de "Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer, si fuiste campeón de Europa por undécima vez" lo recibió el madridismo en Cibeles.
Unos cañones de humo, junto a miles de papelitos blancos, pusieron color a la llegada de los campeones. La comitiva la encabezaba, como no podía ser de otra menera, la 'orejona'.
Uno a uno, el speaker fue nombrando a cada uno de los jugadores de la plantilla madridista, coreados por todos los presentes. Fueron subiendo los jugadores a la plataforma acomodada como siempre para la ocasión.
Los jugadores portaban muchas banderas del Real Madrid, al igual que otras tantas de los diferentes países de cada jugador.
Fue Sergio Ramos el primero en acercarse a la diosa para colocarle una bandera madridista. Posteriormente, sonaba el mítico 'We are the Champions' y el capitán blanco ofrecía la Champions League a todos los presentes.
Con ese acto se dio por finalizada la celebración que continuará en los próximos días con distintos actos.
Sergio Ramos coloca la bandera del Real Madrid en Cibeles. #LaUndécima https://t.co/IaBkbXI8CG
— Campeones (@CampeonesOnline) 29 de mayo de 2016