El madridismo está indignado. Sienten que les han robado el derbi. Que Fernández Borbalán les ha escamoteado dos, tres, cuatro penaltis entre claros y clamorosos.
La mayoría, sin embargo, se conforma con tres. Tres penaltis que no fueron señalados: la patada que le partió la nariz a Ramos, una mano de Godín y un agarrón de Torres a Nacho.
Tres jugadas que, atendiendo al criterio del colegiado del partido, no merecieron ser señaladas con la pena máxima. Un criterio que algunos ex árbitros de Primera comparten, pero no todos.
El derbi contra el Madrid ha añadido más leña al fuego. Desde la Supercopa, desde el empujón de Cristiano al árbitro tras su expulsión por doble amarilla, el madridismo está convencido de que está en el punto de mira de los árbitros.
Como si les estuvieran castigando por algo. Tiene guasa, siendo el Madrid, junto a Barcelona y Atlético, uno de los equipos que más 'ayudas arbitrales' reciben por minuto. No nos engañemos.