El Mallorca está a un punto de Primera División. El equipo de Luis García volvió a hacerse fuerte en casa este sábado para sumar una importante victoria en el regreso del público al Visit Mallorca Estadi.
En el otro lado del campo estuvo un Alcorcón que le puso mucha tensión, jugó a veces al límite del reglamento y peleó con uñas y dientes por el triunfo, pero finalmente terminó decidiendo la calidad de los bermellones.
Sobre todo las de Dani Rodríguez y Salva Sevilla, que volvieron a dar una exhibición sobre el terreno de juego. En el cuadro madrileño, Juanma y Dani Ojeda pusieron los "uy" tras el paso por los vestuarios, puesto que antes del descanso apenas se pronunciaron sobre la portería rival.
El combinado de Luis García, no obstante, entendió el partido como una carrera de fondo que no iba a ganar en los primeros minutos, y así fue. Los locales fueron picando piedra hasta que, al filo del descanso, un mano dentro del área del Alcorcón fue castigada con la pena máxima a instancias del VAR. Abdón Prats hizo los honores.
Tras el paso por los vestuarios llegó el mejor momento del Mallorca. Los futbolistas volvieron de las duchas sin presión, puesto que ya habían golpeado, y comenzaron a practiar un gran fútbol ofensivo que terminó con el 2-0 en el electrónico.
Salva Sevilla comenzó la jugada en la frontal del área y, tras una magnífica triangulación, superó a Dani Jiménez con una sutil vaselina y se fue a celebrarlo con el entrenador. El colegiado lo anuló a instancias del asistente, pero desde el VAR le dijeron que el tanto debía subir al electrónico.
Y entonces, tras el carrusel de cambios y a excepción de alguna que otra ocasión de gol, esta vez sí en las dos porterías, el ritmo del partido fue menguando hasta morir. La imagen, la de la unión de una plantilla celebrando un (casi) ascenso a Primera División en el regreso de los aficionados a su casa. Casi nada.