Ahora que se viene una brutal deflación en el mercado de fichajes, cobra más importancia la tendencia de los clubes en los últimos años de importar jóvenes futbolistas. El beneficio es doble: precio más asequible y posibilidad de asumir la cultura del país e idiosincrasia del club desde jóvenes. De un vistazo nos viene la pesca del Madrid en Brasil o la gran gestión del RB Leipzig. No obstante, en ProFootballDB nos hemos propuesto dibujar el mapa migratorio del fútbol en las ligas más destacadas.
Nuestra muestra aglutina a los jugadores Sub 23 (23 o menos años) que a día de hoy militan en los mejores campeonatos considerando sus dos primeras divisiones. Obviamente, excluimos a los de la misma nacionalidad de la liga en cuestión para que las conclusiones sean representativas. En total, 627 jugadores.
Y el estudio nos aporta tendencias muy interesantes: cuáles son los caladeros de jugadores con más demanda, qué factores (geopolíticos, emporios de representación) empujan a los jugadores a ir a una liga u otra, las nacionalidades favoritas de cada liga…
La Bundesliga mira al futuro
La primera parada de nuestro informe es una panorámica general de la importación en la primera división de las cinco grandes ligas, donde hay 348 extranjeros con un máximo de 23 años. La Bundesliga se destaca como la competición que más apuesta por el producto internacional joven.
Son 91 Sub 23 los diseminados por Alemania, el 26,1% de esos 348. No solo es la competición con más promesas, sino que, además, suponen un 34,47% del total de jugadores que hay en la competición (son 264 sin restricción de edad). Ninguna de las otras ligas llega al 30% de representatividad, lo cual nos lleva a destacar que Alemania apuesta por invertir fuera y darles la oportunidad.
En cuanto al promedio del resto de ligas respecto al total de sus extranjeros, Francia está en el 26,72%; Italia, en el 26,69; Inglaterra en el 22,57; y España, el más bajo, en 20,62%.
Respecto a la apuesta de la Serie A, maneja números muy similares a los de Alemania. Son 83 sus jóvenes (23,9%). Un un poco más abajo encontramos la Premier League, donde hay 72 (20,7%). España no se destaca precisamente por la inversión en chicos con proyección, pues solo hay 40 Sub 23 en la actualidad, un 11,5%.
La realidad multiétnica de la Ligue 1 y el colonialismo
Caso aparte es del de Francia, donde hay 62 promesas. Allí juega el 17,8% de los jóvenes estudiados. No podemos desligar su apuesta de su historia colonialista en África. Los lazos se mantienen generación a generación y hacen que hasta 28 de sus Sub 23 foráneos provengan del Continente Negro. La realidad multiétnica del país deja un sinfín de jugadores asimilados, con doble nacionalidad o reclutados de academias en países como Argelia, Senegal, Costa de Marfil o Marruecos.
A día de hoy, Camavinga es fiel exponente de una tradición continua que también nos trae el recuerdo de los Patrick Vieira (nacido en Dakar), Marcel Desailly (ghanés), así como el de tipos nacidos en Francia pero de padres africanos (Dembélé, Kanté, Fekir o el mismísimo Mbappé). No en vano, 16 de los 23 campeones del mundo en Rusia son descendientes de africanos.
Si atendemos al criterio continentes y subcontinentes, esta coyuntura nos queda más clara aún, ya que en todas las grandes ligas el jugador europeo es por el que más se apuesta, a excepción de la Ligue 1, donde ocupa el segundo lugar.
Siendo más precisos, América del Norte y Europa apuestan especialmente por la Bundesliga. En las demás regiones cambia cada bandera líder, mientras que ningún jugador oriundo de Oceanía tiene representatividad, como se aprecia en el gráfico inferior.
Brasil, la cantera inagotable
No hay niño de Brasil con dos dígitos en su edad que no tenga representante o no esté monitorizado por los cazatalentos del país del fútbol. La precaria situación económica y el mayor escaparatismo de Europa y sus grandes competiciones condenan a las promesas a dejar su tierra si quieren triunfar. Siempre fue así, aunque ahora el Madrid capitanea esa política.
Ello se refleja en las cifras de exportación a las grandes ligas. La brasileña es la nacionalidad más representada, con hasta 35 Sub 23, aunque seguidos por los franceses (aquí redunda lo comentado en el apartado anterior). Tras ellos ya se abre una brecha: 18 holandeses, 18 portugueses, 12 españoles*, 11 turcos y 11 argentinos.
Por debajo de los diez representantes tenemos: ingleses* (8) belgas (7), daneses (6), uruguayos (6), alemanes* (4), noruegos (4), italianos* (2), griegos (2) y un rumano.
Además, por regiones, África manda 70, por los cuatro de Asia y los 17 de los países balcánicos (Bosnia, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Serbia y Montenegro).
En tres de las cinco grandes ligas, los brasileños son los preferidos a la hora de fichar. Hay once de sus Sub 23 en la Serie A, siete en España y seis en Francia. Seguimos asociando el jugador brasileño al talento.
La Bundesliga tiene en su élite a 14 de los 31 galos, casi la mitad, mientras que la Premier anda apostando más por las joyas lusas (nueve, el 50% de los que hay en las cinco grandes ligas). Cinco de esos portugueses militan en las filas del Wolves.
Y es que no conviene olvidar el factor Jorge Mendes. En 2016, el magnate chino Guo Guangchang se hizo cargo del equipo inglés. Sin embargo, antes de ello adquirió el 20% de Gestifute, la empresa que lidera el superagente luso, por lo que el puente entre la empresa portuguesa y Wolverhampton es continuo.
(* están excluidos los de sus ligas nativas)
Las alas de Red Bull y la multipropiedad
Nos detenemos a mirar ahora cuáles son los clubes de las cinco ligas ‘top’ que más importan. Los contamos y explicamos un nexo común. Valencia y Real Madrid (5), Wolves (8), Bologna (11), RB Leipzig (12) y Lille (10). Tras cuatro de ellos se esconden imponentes fortunas de capital extranjero.
De los Wolves, con Jorge Mendes monitorizando la política deportiva del club, ya hemos hablado. Pero el mercado luso no es el único. La red de contactos del agente en toda Europa es muy amplia y aprovecha la confianza del dueño chino de la entidad para hacer y deshacer a su antojo.
Si ese modelo lo confía a un hombre, el caso del RB Leipzig, que lidera las importaciones de jóvenes en la Bundesliga con 12, es el paradigma de lo contrario. El potencial económico de la empresa de bebidas energéticas, de los más destacados seún Forbes, se invirtió desde un principio con una claa visión a largo plazo. Werner, Upacemano, Konaté, Dani Olmo o Nkunku son el paradigma de ello.
Si analizamos al Bologna, nos topamos con que uno de los dos dueños es Joey Saputo, quien ejerce el mismo rol en el Montreal Impact de Henry y Bojan y cuya familia es una de las más ricas de Canadá.
Más de lo mismo en el máximo importador de Francia, el Lille, que desde 2017 está en manos de Gerard López, empresario hispanoluxemburgués al que Skype hizo millonario y fue dueño de la franquicia de Fórmula 1 Lotus.
Así que solo nos queda el Real Madrid como entidad que fabrica su propio dinero, pues los desginios del Valencia están en manos de Peter Lim, una de las personas más ricas de Asia, capaz de haber impulsado la creación de una ciudad (Iskandar Malaysia) y de adquirir los derechos de imagen de Cristiano Ronaldo.
La realidad en las segundas categorías
Las segundas divisiones nos permiten asimismo buena variedad. Hasta 279 talentos de 23 o menor edad juegan en ellas, solo 59 menos que en la élite. Aquí el Championship marca la pauta.
79 de esos chicos (el 28,3% de dichas ligas) están en el escalón inferior a la Premier. Aunque varios de ellos son vecinos (ocho irlandeses y ocho galeses) y siete provienen de Francia. El apego es inherente a la cultura del país.
La Serie B va en segundo lugar, con 69 banderas distintas (24,7%). Aquí el 'top 3' arroja mucha más diversidad, lo cual nos habla de una apuesta más abierta, pero la presencia africana también se hace patente. Hay seis franceses y cuatro ghaneses. En el tercer escalón, con tres representantes, encontramos a guineanos, senegaleses, costamarfileños, belgas y croatas.
Ligue 2 y 2.Liga están casi a la par con 48 y 46 importaciones, lo cual les deja promedios casi idénticos (17,2% y 16,5%). Eso sí, hallamos mucha diferencia entre el prototipo de inversiones.
Cómo no, en Francia abundan los futbolistas africanos. Hay seis de Senegal, cinco de Costa de Marfil y cuatro de Camerún copando el podio. La apuesta alemana es mayoritariamente europea gracias a sus seis ingleses, cuatro austríacos y cuatro suecos.
La Segunda División es la más rezagada, pues solo hay 37 jóvenes de otras nacionalidades diferentes a la española (13,3%), aquí la confianza es mayor en el producto propio o mayores los recelos para invertir fuera. Sudamérica es visto como el mejor caladero, pues Uruguay (4) y Brasil (4) encabezan la apuesta. El tercer país más buscado es el francés (4).
Esa es otra de las conclusiones en las segundas categorías, el producto galo es el más demandado. Aparece en el 'top 3' de las cuatro ligas en las que cuentan como extranjeros. Solo la 2.Bundesliga parece descartar ese mercado.
¿Importar para explotar el talento o para venderlo?
Como asunto complementario a este estudio, hemos rebobinado cinco años en el tiempo y hemos analizado hacia dónde son las exportaciones de las grandes ligas para preguntarnos si los clubes compran para vender o rentabilizar la inversión en el campo.
Lo más llamativo es constatar la realidad de que el inglés establece su zona de confort en las competiciones patrias. Son 95 los jugadores vendidos desde la Premier en el último lustro, y 81 de ellos, el 85,26%, son extranjeros. Así que los 72 jóvenes que hay a día en Inglaterra ya pueden imaginar el futuro que les depara.
En el otro extremo, Francia, que solo ha vendido el 51,09% de sus extranjeros en los últimos cinco años. Es una liga amante de vender a sus propios talentos. Algo que clubes como el Sevilla han sabido detectar bien.
Una sensación similar es la que ocurre en España, que ha dado salida a 67 jugadores y de ellos, 37 fueron extranjeros.
Tanto en Italia como en Alemania la tendencia es la de vender a la mayoría de sus fóraneos. Cruzando este dato con que son las ligas que más están apostando por firmar a jóvenes de fuera, las convierten en las dos grandes puertas giratorias del fútbol continental de cara a los próximos años.