El partido de Liberec tuvo de todo. El gran arranque de los franceses encontró muy pronto su premio. Batshuayi, pretendido por media Europa, fue el encargado de abrir la lata.
El 1-0 dio tranquilidad a los visitantes, que lograron marcharse al descanso con una ventaja más amplia gracias al tanto de N'Kodou.
La tranquilidad llegó nada más salir de vestuarios, cuando Barrada anotaba el tercero y dejaba el choque visto para sentencia.
Pero la relajación visitante permitió al Slovan meterse de nuevo en el partido con dos tantos que abrían la esperanza de clasificación de los locales.
Tras unos minutos de incertidumbre, Ocampos certificó la segunda plaza del Marsella con una gran vaselina a la contra.