Jugaba el St. Pauli, de la 2.Bundesliga, un amistoso con el Vaduz, de Liechtenstein. Corría el minuto 12 de la primera mitad, y hubo una falta del Vaduz unos diez metros antes del medio campo.
El balón se quedó muerto y Rzatkowski aprovechó la ocasión que se le presentaba. El mediocentro no dudó y chutó con todas sus fuerzas a puerta. Nadie se lo esperaba, ni sus compañeros. Golazo.
A su compañero objeto de la falta le empezó a importar menos que no se preocupasen por su estado. El encuentro terminó en goleada, 5-0, con doblete de Rzatkowski, el jugador que abrio y cerró el marcador.