El Eintracht de Frankfurt tuvo que remontar en Berlín un partido que se le había complicado en la primera parte. Y no solo consiguió revertir el 1-0, sino que tejió un gol que opta seriamente al mejor de la nueva normalidad, si es que no lo es ya.
Fue André Silva el autor del mismo, aunque mucho mérito de la acción lo tiene Kamada. El japonés enganchó una bola en la frontal del área y ahí arrancó decidió, fue limpiando rivales, hasta tres, con un regate y una aceleración dignos del propio Messi.
Tras una última finta dentro del área pequeña que dejó por los suelos al central Torunarigha, le cedió la bola con la zurda al portugués, quien culminó el gol con un taconazo de espaldas.
La bola entró entre los dos zagueros que se habían colocado en líea de gol para evitarlo, pero no pudieron.