Arrancaron con ímpetu los locales, queriendo llevar las riendas del partido desde el inicio. Apenas se habían cumplido los primeros diez minutos, cuando disfrutaron de su primera doble ocasión.
Ni el disparo de larga distancia de Pepe Romero, ni el remate de Óscar García al aprovechar el rechace pudieron acabar al fondo de las mallas de Kellyan, que tuvo que emplearse a fondo.
Sin embargo, el Melilla no perdonó al filo de la primera media hora de juego. Menudo definió con precisión un excelso congragolpe de los azulinos, que pilló por sorpresa a la zaga malagueña.
Apenas un minuto después, sin tiempo para asimilarlo, Moha Trahoré firmaba el 2-0. El delantero maliense envió a la lona al filial blanquiazul, preso de las miserias que le han condenado esta temporada.
Tras los dos mazazos, el Melilla se dedicó a gestinar su renta, contemporizando la ansiedad del Atlético Malagueño, que solo pudo maquillar el resultado gracias al postrero tanto de David Ramos.