El mes 'horribilis' de Sampaoli

'Cuídate de los idus de marzo', escribió William Shakespeare en su drama 'Julio César' sobre la conspiración que acabó en su asesinato en el Senado en el 44 a.C. y que convirtió desde entonces esa fecha propicia del calendario, los 15 de marzo, mayo, julio y octubre, en otra de connotaciones negativas que llega hasta hoy.

Jorge Sampaoli lo tenía todo de cara al empezar marzo, todo le salía, el halago casi unánime le acompañaba, decían que el Barcelona lo quería y su equipo estaba a las puertas de lograr los cuartos de la Liga de Campeones y con aspiraciones nunca negadas de disputarle la Liga a los todopoderosos Barcelona y Madrid.

Los de Nervión venían de ganar el 25 de febrero al eterno rival, el Real Betis, en el 'Benito Villamarín' y entraron en marzo ganando al Athletic de Bilbao en el 'Ramón Sánchez Pizjuán', aunque a partir de ese momento las luces del depósito empezaron a parpadear y todo se precipitó para convertir este mes en 'horribilis'.

Esta expresión latina, popularizada por la Reina Isabel II de Inglaterra para definir lo terrible de su año 1992, cobra sentido en la trayectoria del entrenador argentino desde que el 6 y 11 de marzo empató con Alavés y Leganés; y, sobre todo, desde que tres días más tarde vive su noche negra en Leicester al ser eliminado de los octavos de la Liga de Campeones.

Ya el halago se había convertido en críticas sobre el juego sevillista y el estado de forma de sus jugadores, y los planteamientos de su técnico empezaron a ponerse en duda, sobre todo desde que su compatriota, Diego Simeone, le ganara claramente la partida ayer en el 'Vicente Calderón' (3-1).

El propio Sampaoli confesaba tras el duelo con los del 'Cholo' que los días que vive son de "frustración y amargura" por una "situación que tiene que ver con lo emocional", derivada de las expectativas generadas en torno al proyecto del Sevilla.

"Nosotros nos hemos encontrado en un lugar peleando muy cerca del primer puesto de Liga, estábamos muy cerca de pasar a cuartos de Champions y todos esos intentos que no se generaron a favor atentaron con la ilusión de poder encontrar la opción en estos partidos", confesaba anoche un compungido Sampaoli.

Cuando César, según Plutarco, fue avisado por un vidente del grave peligro que le amenazaba en los 'Idus de marzo', los días de la primera luna nueva del año; éste se rió cuando se lo encontró y le contestó que las fechas nefastas ya habían llegado y a él no le había pasado nada; a lo que el vidente le contestó que aún no habían acabado: y tanto que fue apuñalado por Bruto en el Senado.

En el caso de Jorge Sampaoli, sí han acabado unas fechas y un mes en el que ha pasado de estar en los altares del sevillismo a haber sembrado dudas sobre su proyecto, la forma de colocar los 'muñecos' en el campo e, incluso, el bajo estado de forma de jugadores claves en su idea.

No obstante, el mes terrible del de Casilda, su idus de marzo particulares han terminado ya y el parón de dos semanas por los partidos de la selección española propiciarán que Jorge Sampaoli haya pasado este 'rubicón' y se presente de nuevo ante su afición el próximo 2 de abril.