El Michigan Stadium es uno de los mayores estadios del planeta, pero su ocupación habitual es el fútbol americano. Para ese deporte, el césped artificial es una bendición, pero para el fútbol (soccer) es una preocupación.
Por eso la organización está colocando una capa de césped natural por encima de la artificial, por petición de los clubes que en dicho estadio se enfrentarán el próximo sábado: Real Madrid y Chelsea.
El Madrid vuelve a jugar en este estadio. Ya lo hizo hace dos temporadas, contra el Manchester United. En aquella ocasión no se hizo nada al césped, y el técnico de los 'red devils' criticó el terreno de juego, que provocaba que el balón no corriese. Y eso que ganó 3-1 a los blancos.
Puede parecer un despilfarro el colocar todo un tapete de césped natural para un único partido, pero la organización ha tratado de minimizar el gasto: al terminar se retirará y se venderá para hacer abono. Y el Michigan Stadium volverá a acoger partidos de ese 'football' que se juega sobre todo con la mano.