Unas 29.000 personas agotaron rápidamente las entradas para ver el Argentina-Uruguay en el estadio Bloomfield de Tel Aviv, pero el encuentro ha sido discutido en todo momento por la escalada de tensión en Gaza. Incluso se hizo temer su cancelación.
Óscar Tabárez, seleccionador de Uruguay, ya sembró dudas sobre su celebración a menos que se dieran "las condiciones de seguridad que deben existir". Palabras a las que dio continuidad en la rueda de prensa previa al encuentro de este lunes (20:15, hora española).
"Estaban muy preocupados los futbolistas, como lo estaba yo y el cuerpo técnico. Desde Uruguay nos enviaban imágenes de misiles que estallaban en el aire y nosotros no tenemos experiencia en esto", declaró Tabárez, que aun así señaló la relevancia del choque.
"Este partido tiene mucho significado, tiene que ver con nuestros orígenes", subrayó el seleccionador uruguayo, que además continuó: "Hacía mucho que no se jugaba un amistoso entre Argentina y Uruguay. Es que cada vez es más difícil jugar con equipos europeos porque solo juegan entre ellos".
La clave para asistir estuvo en las garantías presentadas por las autoridades israelíes: "Tuvimos la información de que la seguridad estaba afianzada con el alto el fuego que entró en vigor el jueves. Todo esto fue poniendo las cosas en su lugar".
"Ahora estamos como siempre, contentos, disfrutando de esta situación y esperando el partido, que es lo más importante", concluyó Tabárez.