La entrada de Perrin a Mbappé en la final de la Copa de la Liga hizo temblar los cimientos del PSG. El conjunto parisino se había quedado sin una de sus estrellas y su participación en la Champions League era casi nula.
Sin embargo, con el paso de los días, el optimismo se ha apoderado de la disciplina del PSG y del propio Mbappé, que se sentará en el banquillo ante el Atalanta y podría disponer de minutos.
El PSG, cuando se lesionó su delantero francés, temía una nueva maldición en forma de problemas físicos, como pasó en los dos años anteriores al no poder contar con Neymar en el tramo final de la temporada.
Ahora el brasileño es el que está al 100% y el francés renqueante. Pero ya aseguró Tuchel en rueda de prensa que, de estar disponible, Mbappé jugará algún minuto, más si el partido se complica.
La intención del PSG es la de llegar a su segunda semifinal de Champions de su trayectoria. Ya lo consiguió con George Weah en 1995, pero apareció el Milan para despertar el sueño parisino.
Ahora, con Mbappé y Neymar como puntas de lanza, el cuadro dirigido por Tuchel quiere hacer historia. De momento tiene el lado más amable del cuadro de eliminatorias.