El Milan también sabe ganar sin los goles de Ibrahimovic. El punta, que ha empezado el curso como un tiro, no logró sumar otra diana a su casillero, aunque fue protagonista del primer tiempo tanto en sentido positivo como en el negativo.
En el ecuador del primer acto, el sueco asistió a Brahim para abrir la lata. Los 'rossoneri', que ya lograron ganar al Celtic en Escocia, encarrilaban una segunda victoria que les hace contar con un buen colchón en el grupo.
Fue una buena jugada la del 1-0. Brahim recuperó la bola, la cedió a Ibrahimovic y corrió con sentido y velocidad hacia el área. Zlatan esperó a que llegase a la zona perfecta y le dio la bola para que el malagueño, con su habitual clase, driblase a su par y batiese a Heca por debajo de las piernas.
Antes del descanso, Ibra mandó al larguero un penalti y desperidicó la que sería su mejor ocasión en el choque, ya que Pioli le dio un respiro y lo dejó en el vestuario para el segundo tiempo.
En su lugar entró un Rafael Leao que sigue creciendo como milanista. El delantero fue el autor del 2-0 antes de la hora de partido tras un buen pase al corazón del área chica de Dalot.
El portugués fue el encargado de cerrar el marcador en el 67'. Bennacer le asistió para que superase a Heca y sentenciara un encuentro que no tuvo demasiada historia en su recta final.
Con seis puntos, el Milan lidera el Grupo H en solitario, mientras que el Sparta de Praga se queda colista sin unidad alguna.