Mwepu Ilunga es uno de los jugadores más conocidos de la historia de Zaire (actualmente República Democrática del Congo). Junto a sus compañeros, protagonizó la primera presencia de un país africano en un Mundial, el de 1974.
Zaire se enfrentó a Escocia, Yugoslavia y Brasil. Terminó el torneo sin marcar un solo gol, pero vivió momentos de mucha tensión durante el campeonato. El dictador del país sometió a muchsísima presión a sus jugadores para que no hicieran el ridículo.
Tras las derrotas ante Escocia y Yugoslavia, mandó un serio aviso antes del duelo ante los brasileños. En aquel partido, Zaire aguantó bastante bien, pero llegó al minuto 79 perdiendo por 3-0. Fue entonces cuando la vida de Mwepu Ilunga dio un giro radical.
En una falta a favor de Brasil en la frontal, el defensa sorprendió a todos al salir de la barrera para despejar el balón nada más escuchar el silbato del árbitro, sin que ningún jugador de Brasil tocara la pelota.
Sus compañeros y los rivales se quedaron impresionados por la reacción de Ilunga, que aparentó desconocer el reglamento. El colegiado le mostró la amarilla y todo quedó en un incidente cómico para la selección debutante del torneo.
Años más tarde, Ilunga confesó que fue una reacción para buscar la expulsión y protestar por las presiones de su país. "Hice aquello a propósito. Esperaba ser expulsado como forma de protesta. Pero el árbitro solo me sacó amarilla", afirmó en una entrevista.
En 2015, el mítico jugador de Zaire (actualmente República Democrática del Congo) y del Mazembe FC, al que muchos aún recuerdan con camisetas en su honor, falleció a los 66 años.