De hecho, el Mónaco fue el equipo revelación de la pasada campaña tras conquistar la Ligue 1 y llegar a las semifinales de la Champions.
Para conseguirlo, el equipo cambió su política de compra-venta de jugadores para acercarse al modelo ganador que implantó Monchi en el Sevilla: comprar barato o subir jugadores de la cantera y vender a grandes precios para buscar nuevos talentos.
En la temporada 2015-16, los grandes de Europa acudieron al Mónaco para llevarse tanto promesas como jugadores ya consagrados.
Así, el conjunto monegasco vendió a Martial (60 millones), Kondogbia (36), Kurzawa (25), Abdennour (22), Carrasco (18) y Lucas Ocampo (7,5).
Después, el Mónaco aprovechó para buscar gangas que les dieron resultados a corto plazo y beneficios a medio plazo. Su nueva política se pudo ver reflejado en Bakayoko, Mendy y Martial, que pasaron tres años, un año y dos años, respectivamente, en el club.
Ahora, el problema del conjunto del Principado es que los grandes van a por otras joyas y los jugadores se dejan querer, algo malo teniendo en cuenta que el equipo pasa por unos de los mejores momentos de la historia. Es el caso de Mbappé, un futbolista que el Mónaco intenta mantener por todos los medios una temporada más.
Esta temporada, el Mónaco es el club que más dinero ha ingresado (155,7 millones de euros) con las ventas de Bernardo Silva, Mendy, Bakayoko y Germain.