Así lo asegura el 'Corriere dello Sport'. Al parecer, según el citado medio, un De Laurentiis en estado de furia telefoneó al director deportivo del Nápoles, Cristian Giuntoli, para darle una orden clara y directa: jugar la vuelta con los juveniles en señal de protesta.
De Laurentiis se encuentra en Los Ángeles por motivos personales, pero eso no evitó que el arbitraje perpetrado por Paolo Valeri en el partido de ida de la Coppa de Italia no le afectase.
El propietario del Nápoles es famoso por sus salidas de tono, pero pocas veces se le ha visto lanzar una amenaza tan seria como ésta.
El cinco de abril, fecha en la que se jugará la vuelta, saldremos de dudas.