Este deporte mueve masas y, en ocasiones, supera los mayores obstáculos que se puedan tener en la vida. Algo así ocurre con dos de los aficionados de Palmeiras.
Un niño ciego acude semanalmente junto a su madre al estadio del conjunto brasileño, no falla a ninguna de sus citas. Ante su problema, su madre le narra cada jugada del encuentro.
Él, pese a no poder vivirlo de la misma forma, sufre con cada detalle de los partidos y vibra con todos los goles de su equipo. Muchos dicen que el fútbol es capaz de mover el mundo...
10 de septiembre de 2018