La tecnología que usa la Premier League determinó que no era gol. El colegiado Robert Madley, pues, acertó no validando la jugada, a pesar de las protestas de los chicos de Klopp.
Ocurrió en el minuto 72. Milner sacó un saque de esquina que se fue cerrando obligando a Boruc a sacarlo bajo palos. Para que un gol sea válido debe traspasar por completo la línea.
Madley no dio gol y el 'ojo de halcón' inglés ofreció su veredicto: la pelota no había pasado la línea por completo. No entra por milímetros. El 1-4 habría dado un colchón notable al Liverpool.
Lo que no esperaba el Liverpool es que el Bournemouth acabara remontando el encuentro y ganando los tres puntos. El ojo de halcón no le dio la razón al conjunto 'red'.