Llegaba el cuadro alemán crecido tras dejar en la estacada al Real Madrid, mientras que los portugueses se deshicieron en los cuartos de final del Midtjylland danés. Con todo en juego por un pase para la final, fue el Oporto el que más acertado estuvo.
Fue muy superior el conjunto luso desde el inicio de partido. Dominó aunque lo hizo sin ocasiones. Con un ritmo algo lento, los portugueses se apoyaban en un gran Romario Baró, uno de los jugadores a seguir. Precisamente fue el centrocampista el que, con un golazo de falta, inauguraría el marcador pocos minutos antes de llegar al descanso.
No dejó el Oporto de llevar la manija del partido en el Colovray Sports Centre de Nyom. Con el marcador a favor, los lusos supieron controlar el choque para llevárselo a su terreno y no sufrir en el final.
No fue hasta el minuto 78 cuando el Oporto pudo respirar al final. Lo hizo a través de Fabio Silva, que aprovechó la asistencia de Vitor Ferreira para superar en el mano a mano a Klein.
La sentencia llegaría diez minutos más tarde. Con el Hoffenheim volcado en busca de recortar diferencias, fue el conjunto portugués el que pondría más distancia con el tanto de Thiago Matos para sellar su pase a la final.