No estaba Messi. Luis Suárez no apareció en el césped hasta la hora de partido. Ter Stegen se quedó en el banquillo. Pero el Barça no necesitó de sus héroes habituales para triunfar en Milán.
La victoria sobre el Inter supuso un paso adelante de varios nombres que, hasta ahora, han sido relegados a un segundo plano. Carles Pérez y Ansu Fati, los goleadores, son dos de los ejemplos más claros.
Ambos comenzaron siendo importantes en agosto. La plaga de lesiones en la delantera les abrió la puerta del primer equipo e incluso de las titularidades, pero la normalidad les mandó de nuevo al ostracismo.
Pero no sólo sus goles destacaron en el Giuseppe Meazza. Ivan Rakitic dio un paso más en su 'recuperación', la misma que le ha llevado de vivir dos meses en la sombra (una sola titularidad) a acumular cuatro encuentros consecutivos partiendo de inicio.
Carles Aleñá también brilló con luz propia y demostró que su falta de minutos se entiende mejor por el 'overbooking' de la medular que por sus méritos y calidad. Su actuación le ha alejado, aunque solo sea un poco, de la rampa de salida.
Arturo Vidal y Neto se sumaron a la exhibición de los menos habituales para dejar claro que Ernesto Valverde no solo cuenta con un plan A de garantías.