El Oviedo recuerda qué significa ganar a costa de un pobre Tenerife

El entrenador del Oviedo, Sergio Egea, optó por el doble pivote Míchel-Cristian Rivera para suplir las ausencias por sanción de Bedia y Erice y la jugada le salió bien al argentino, que presentó un bloque serio y conjuntado que tuvo momentos de buen fútbol y dominó el centro del campo ante un Tenerife que, tras el gol, renunció a la pelota.

Las intensas lluvias no condicionaron tanto como se esperaba un encuentro en el que durante el primer tiempo hubo más ocasiones para ambos equipos, pero sólo los locales consiguieron batir al portero rival y controlar con solvencia el centro del campo.

En las filas del conjunto chicharrero fueron Suso Santana y Ricardo León quienes más sensación de peligro llevaron a la meta defendida por Esteban, el primero probando desde lejos y el segundo a balón parado y con centros al área, que no encontraron remate pese a los movimientos del 'Choco' Lozano.

Sin embargo, el gol lo encontraron los locales en una jugada iniciada por Cristian en la frontal del área, donde condujo el esférico hasta encontrar un hueco que aprovechó Susaeta para centrar al segundo palo, donde Toché marcó con un certero remate de cabeza.

El Tenerife esperó atrás, ordenado para evitar nuevos envites carbayones en ataque, y el juego acabó siendo un monólogo de los azules, situación que se repitió en la segunda parte, en la que los de Pep Martí se encomendaron a alguna acción aislada sin llegar a inquietar a Esteban.

El Oviedo frenó el juego combinativo del Tenerife, que apenas pudo profundizar en campo contrario y, aunque pudo ampliar distancias en el marcador, ni Susaeta con un disparo ajustado al palo ni Kone, cuyo control se fue largo ante Dani H., lograron anotar el segundo para el conjunto azul.

Martí dio entrada a Cristo, Nano y Moutinho para buscar nuevas variantes con las que sorprender a la zaga carbayona, aunque lo que verdaderamente dio opciones al Tenerife fue la expulsión del central Héctor Verdés, que vio la segunda cartulina amarilla a diez minutos del final.

El conjunto chicharrero aprovechó el desconcierto local al quedarse con uno menos y metió al Oviedo en su área, esfuerzo que no sirvió para lograr el empate debido a la dificultad de los visitantes para definir y al gran trabajo de los de Sergio Egea en defensa.