PSG y Real Madrid se han quedado en solitario para afrontar la recta final por el fichaje de Mbappé. El conjunto parisino, tal y como hizo con Neymar (pese al intento de lavado de cara que hizo el brasileño tras cerrar su fichaje), tiene controlado al padre del delantero francés.
En Francia dan por hecho que existe un acuerdo y que el padre está presionando al hijo para que se decante por el PSG. De fondo, el Mónaco se niega en rotundo a reforzar a su máximo rival y prefiere venderle al Real Madrid una vez conocida la intención del futbolista de salir.
Entre esas dos opciones, se encuentra el jugador. Kylian no saber qué hacer. Lesionado tras el victorioso debut monegasco en la Ligue 1, tendrá tiempo para estudiar opciones y escuchar los consejos de ambas partes.
La familia apuesta por París, ciudad en la que creció el jugador y club con el que su padre ya tendría un acuerdo. El Mónaco, reticente, apuesta por el Real Madrid. Zidane y Florentino siguen trabajando en la sombra para convencer al prometedor delantero francés para que opte por España.
Un dilema que tiene fecha de caducidad y al que apenas le quedan 23 días. El calendario aprieta a un Mbappé entre la espada y la pared. El Madrid, su familia, el PSG o el Mónaco... muchas aristas para otro culebrón a la altura del de Neymar y que bordeará cifras similares.