A pesar de que el luminoso apuntaba un 1-0 en los primeros 45 minutos, la primera parte del encuentro fue dominada por completo por el cuadro de Marinos Ouzounidis. Disfrutaron de oportunidades clarísimas que les pudieron otorgar tranquilidad para combatir el partido. Los visitantes controlaron el juego y no parecía que el PAOK pudiese tener una reacción que diese la vuelta a la situación. Sin embargo, al cuarto de hora de choque, Dimitris Pelkas dejaría uno de los mejores goles de la competición mediante un tiro libre muy protestado por los jugadores del Panathinaikos. El joven heleno superó la barrera y la puso en la escuadra. La estirada de Vlachodimos fue inútil.
Este golpe no supuso una revolución, todo lo contrario. El Panathinaikos siguió dominando y creando situaciones de gol. En el mintuo 33, Klonaridis colocó un centro que desvió el defensor Varela, envenenando el cuero y dirigiéndolo hacia su propia meta. Glykos reaccionó a tiempo y pudo enviarla a córner. 120 segundos después Villafáñez elaboraría una jugada de ensueño. Arrancando desde su propia campo, se plantó en terriotorio blanquinegro para filtrar un balón que dejaría solo a Klonaridis. El grecobelga la mandó al lateral de la red.
La segunda mitad estaba apunto de empezar y el camino del PAOK para forzar la prórroga solo estaba a un gol. Por ello, Ivić sustituyó a Warda por el holandés Biseswar, que le dio otro aire al ataque tesalónico. Todo cambió, el PAOK tuvo el control hasta el 90. El empate llegó tres minutos después de iniciarse el segundo periodo. Un centro del propio Biseswar fue cabeceado de manera espléndida por Matos.
El partido se puso más de cara para los locales tras una imprudencia de Hult. El sueco, tras haber recibido un empujón no señalado por el árbitro como falta, tomó venganza sobre Matos llegando muy tarde. Su torpeza no la perdonó Georgios Kyzas que le enseñó la roja en el 72. La acometida que dejaría a los de Atenas sin reacción fue el gol de Shakhov dos minutos después de la expulsión. Los blanquiverdes desaparecieron y Prijovic sentenció en el 82 con el cuarto.
De este modo, la final será PAOK-AEK en el Olímpico de Atenas.